martes, 15 de septiembre de 2009

Tómalo o déjalo


No soy perfecta. Si puedo, me levanto a las tantas de la tarde y me acuesto a las tantas de la mañana. Soy mañosa, pero cuando quiero me lo zampo todo como un cerdo. Soy gruñona y malhumorada, te puedo mandar a freir monos a la coronilla en cualquier momento. Soy floja, desordenada y desesperante, mi pieza es un laberitno en el cual no encontrarás ni la punta de tu nariz. Soy testaruda, no te daré nunca la razón; mía y sólo mía es la última palabra. No me preocupa si me veo mal o bien, más bien depende de mi estado de ánimo. Soy hinchapelotas, hasta el punto que me querrás dar un gran golpe en la cara. Soy llorona, ante el más leve signo de desfallecimiento, caigo rendida. Pero también soy buena amiga. Siempre estaré ahí si me necesitas para hablar, llorar, reir, jugar o simplemente estar en silencio. Soy sincera, nunca daré rodeos al momento de decirte algo, a menos que crea que eso te hará un daño fatal. Soy divertida, es parte de mí, y sacarte una sonrisa será mi meta en cada minuto. Soy leal, siempre fiel a los míos y a la gente que quiero. Soy espontánea, lo que en el momento seme venga en la cabeza, lo haré. Aunque eso quiera decir que tenga ganas de abrazarte, usarte como un juguete, reirme de ti o contigo.

Así soy. No soy perfecta, que fome y monótono sería ¿no crees? Ahora a ti es al que le toca decidir. Si quieres tómalo, o si quieres déjalo... Y seguré mi camino como lo he hecho hasta ahora.