jueves, 24 de diciembre de 2009



Es raro que, así derrepente, todo se calme. Como la mar después de la tempestad, o ese silencio que existe un poco antes de repuntar el alba.
Me gusta. Hace tiempo que no me sentía así y la verdad es que me impresiona. No el hecho de estar sintiendolo, sino el momento en el que lo siento.
No todo está bien en mi ni a mi alrededor, pero estoy tranquila. Con la certeza de que todo lo que me depara tendrá un buen término, pero talvés no un buen andar.
Me gusta, y espero que dure. No me interesa si el amor no me corresponde, no me interesa pelearme por una bobada, no me interesa no estudiar mi sueño, no me interesa interesarme por nimidades o vanalidades.
Simplemente quiero ser feliz con lo que tengo, con lo que soy y con los que me rodean.
¿Es mucho pedir? Al parecer no... Porque me fue concedido y lo agradesco, porque hace mucho que la vida no me jugaba una buena pasada.

¡Soy feliz!