jueves, 1 de abril de 2010

Genial


Si mis cálculos no me fallan, éste es el primer día nublado del año que no me hace feliz. Pero no me malentiendan, amo que haga frío y que el sol se tome un descanso. Es el hecho de que el día me está reflejando a la perfección.

Frío, gris, apagado...

Estoy molesta. Algunos creerán que es por una pendejada (de hecho, hasta yo lo creo un poco), pero sigue siendo MI enojo. Y me importa, obvio. Creo que estuve como tres veces a punto de pegarle a lo que tenía más cerca de mí (personas, un árbol y una puerta, entre otras cosas), pero mi espíritu de niña buena (en este momento también lo odio a él) me frenó. Tengo ganas de llorar y de mandar todo a la chucha, pero como estoy con dolor de cabeza desde que me levanté, no lo hago. Y bueno, es que el mundo que me rodea tampoco tiene TANTA culpa, no se tienen por qué mamar mis volás. Prefiero tragármelo (y no es que lo esté haciendo precisamente ahora, por algo lo escribo) y ahorrarles el mal rato.