Navidad

Como dice el comercial, hay cosas que el dinero no puede comprar.
El verdadero sentido de ésta fecha es una de ellas, pero muy pocos logran encontrarla. Puedo decir con orgullo y algo de vergüenza que este año logré estar con ese sentido. Vergüenza, porque no se si logré verlo los 19 años anteriores.
Fue triste, fue duro. Pero ahí estaba.
Y es que cuando tu papá te pide perdón por no poder regalarte algo mejor te hace replantearte muchas cosas.

:O!

LO DIJE Y QUÉ!

TE AMO.

Confesión de madrugada.

Siento que voy de mal en peor.

¿Y me importa?

Por supuesto que no.

Total, es mi corazón.

Y él puede sentir lo que quiera.

¿Amor?

Sí.

Creo que sí.

¡Bum!

Hay veces en las que uno simplemente ya no puede aguantar más y estalla. ¿De pena? ¿De rabia? ¿De alegría? ¿De amor? Depende, siempre depende. Solo percibimos que ese sentimiento ya no agunta más y necesita ser liberado. Lo que nosotros no vemos es la exploción en sí, solo se siente.
Debe ser un espectáculo maravilloso. Miles de colores y energía liberados en un segundo, con toda la fuerza de nuestra alma. Pero la destrucción que deja a su paso... a veces es irreparable. Y nos va consumiendo poco a poco, hasta que el daño supera a la vida. ¿Y luego? Descanso, supongo. O un infinito sentimiento de culpa, de no haber reaccionado a tiempo y evitado todo.

Sí, soy posera. ¿Y?